Una guía para principiantes

sobre la obesidad de los reptiles

La obesidad en los reptiles es un problema común, así que ¿qué podemos hacer para mantenerlos sanos? Como cuidadores responsables, todos queremos lo mejor para nuestros reptiles y asegurarnos de que estén felices y saludables. Pero ¿es posible que los estemos cuidando demasiado bien?

por Courtney Comer

La obesidad es un problema común en todas las mascotas.

Ya sean gatos, perros, aves o pequeños mamíferos, los reptiles no son la excepción. Según datos del National Centre for Reptile Welfare, el centro de realojamiento de reptiles más grande del mundo, la obesidad en reptiles es, con diferencia, el problema más frecuente que observan. El Dr. Tariq Abou-Zhar, veterinario especialista en animales exóticos, estima que entre el 15 % y el 20 % de los reptiles domésticos que atiende en su consulta en el Reino Unido son obesos.

Afortunadamente, hay muchas cosas que podemos hacer para prevenir la obesidad en los reptiles.

¿Qué reptiles son los más afectados?

Como era de esperar, las especies de reptiles más comunes son las más afectadas por la obesidad. Esto podría deberse a que estas especies "principiantes" suelen ser adquiridas por cuidadores nuevos e inexpertos, quienes son más propensos a cometer errores de manejo. Sin embargo, esto no significa que no se observe obesidad en especies más avanzadas. Reptiles más grandes, como las pitones birmanas, las pitones reticuladas, los lagartos monitores y los tegus, suelen verse afectados por la obesidad.

Las especies de reptiles con sobrepeso que se observan con mayor frecuencia

  • serpientes de maíz

  • dragones barbudos

  • geckos leopardo

  • geckos crestados

  • pitones birmanas

  • pitones reticuladas

  • boas comunes

  • tegus

  • varanos de sabana

“Si bien no hay nada de malo en ofrecer un capricho ocasional, dar demasiados no es bueno.”

Courtney Comer

Cinco razones por las que los reptiles se vuelven obesos

Antes de poder resolver el problema de la obesidad en reptiles, primero debemos comprender cómo y por qué ocurre. Conocer las causas del problema es el primer paso para abordarlo.

1. Es la naturaleza humana

Como humanos, ofrecer comida es una muestra de amabilidad y buenos modales. Y como cuidadores, queremos que nuestros reptiles sean felices, pero es importante recordar que no necesitan comer con tanta frecuencia como nosotros. Si bien no hay nada de malo en ofrecer una golosina de vez en cuando, dar demasiadas no es bueno. Somos, en última instancia, responsables de la dieta y el bienestar de nuestros reptiles, por lo que depende de nosotros ofrecerles la cantidad adecuada de alimento para prevenir la obesidad. No te preocupes, tu reptil no pensará que eres grosero si no exageras con las golosinas.

2. Es fascinante

La hora de comer es una de las partes más emocionantes de tener un reptil. Es cuando están más activos, lo cual resulta fascinante de observar. Lamentablemente, algunos cuidadores se exceden con la alimentación porque quieren ver a sus reptiles en acción con más frecuencia.

También existe la emoción de hacer crecer a los reptiles hasta alcanzar un tamaño impresionante en poco tiempo, o "alimentación intensiva", como se le suele llamar. Alimentar a los reptiles y observar su crecimiento es fascinante, pero esto no debe hacerse a expensas de la salud del animal.

3. Es un hábito

Los reptiles jóvenes necesitan comer con frecuencia para asegurarse de que ingieran suficientes calorías, pero cuando alcanzan la edad adulta, ya no necesitan comer tan a menudo. Muchos cuidadores se aferran al hábito de alimentarlos una vez a la semana, lo que provoca que almacenen el exceso de calorías en forma de grasa. La mayoría de las especies está programada para comer en cada oportunidad, pero no puede regular su ingesta calórica. Por lo tanto, depende de nosotros, los cuidadores, ser responsables de los horarios de alimentación y del tamaño de las raciones.

4. Es una cuestión de metabolismo

Los cuidadores a menudo olvidan que el metabolismo de los reptiles es diferente al nuestro. Los mamíferos, como perros, gatos y humanos, utilizan algunas de las calorías que consumen para generar calor corporal, por lo que necesitan comer tan a menudo. Los reptiles, en cambio, son exotérmicos. Esto significa que dependen de fuentes externas, como el sol o una lámpara de calor, para generar calor corporal. Las calorías que consumen los reptiles se usan como energía y, debido a su metabolismo más lento, pueden pasar mucho más tiempo entre comidas. Sorprendente, ¿verdad?

5. Es tan común

Algunos cuidadores simplemente no se dan cuenta de que su reptil está obeso. Muchos de los reptiles que vemos en redes sociales tienen sobrepeso, por lo que podría parecer que su reptil tiene un poco de sobrepeso y un tamaño normal. Para empeorar las cosas, hay poca información que los cuidadores puedan consultar si quieren comprobar la salud de su animal.

Abordar la obesidad

Aunque la obesidad en los reptiles es un problema común, se puede solucionar fácilmente con algunos cambios simples:

  • Anotar el peso de tus reptiles es fundamental para asegurarte de que gozan de buena salud. Pésalos al menos una vez al mes. Si tu reptil ya es adulto y su peso sigue aumentando, puede ser señal de un problema.

  • Lleva a tu reptil a una revisión periódica. Una buena tienda especializada en reptiles podrá decirte si tu reptil está ganando peso, y una revisión periódica con tu veterinario especialista es aún mejor. Te lo agradecerán (y probablemente se impresionen) si les muestras los registros de peso de tu reptil, y te aconsejarán sobre cómo adaptar la dieta de tu animal si es necesario.

    Es mucho más fácil solucionar un problema de peso cuando es leve. Por eso, las revisiones son vitales. La clave está en la prevención.

  • El ejercicio y el enriquecimiento ambiental están más relacionados con la salud y el bienestar que con la pérdida de peso, pero cualquier actividad que queme calorías será beneficiosa, por lo que se recomienda encarecidamente recrear el hábitat natural de tu reptil. Construir un terrario que permita a tu animal exhibir comportamientos naturales como trepar, saltar y excavar es una parte esencial del buen cuidado y contribuirá a mantenerlo en forma y saludable.

    También puedes hacer que tu animal se esfuerce por conseguir su comida utilizando comederos interactivos, entrenamiento con “target” o simplemente colocando la comida en diferentes puntos del terrario para fomentar la búsqueda de alimento. Proporcionar a tus reptiles suficiente espacio y enriquecimiento ambiental es una excelente manera de que hagan ejercicio, reduciendo así el riesgo de obesidad.

  • Los diferentes animales de distintas partes del mundo tienen metabolismos variados y necesidades calóricas individuales en diferentes épocas del año. Además, el metabolismo suele variar entre los miembros de la misma especie.

    Adapta la alimentación y las calorías de tu reptil a las necesidades de su especie y ten en cuenta el metabolismo y la condición corporal de cada individuo. Prueba con presas de diferentes tamaños y ofrece una amplia variedad de alimentos. También puedes aumentar ligeramente el tiempo entre comidas. Recuerda que los reptiles en la naturaleza no tienen un horario de alimentación ni un tamaño de presa fijos. A veces, no hay comida disponible, por lo que saltarse alguna comida de vez en cuando puede ser beneficioso. No está de más variar un poco la alimentación.

  • Si tu reptil ya tiene sobrepeso, no te preocupes, hay bastante que se puede hacer. Suponiendo que ya lo hayas llevado al veterinario para descartar otros problemas de salud, lograr que tu reptil recupere un peso saludable está completamente en tus manos. La pérdida de peso debe ser un proceso gradual y puedes empezar ofreciéndole porciones más pequeñas de comida y aumentando el tiempo entre comidas. Una buena tienda de mascotas especializada en reptiles podrá recomendarte alimentos adecuados para tu animal, lo que probablemente signifique evitar algunas de las golosinas que tanto le gustan. Tomará tiempo y perseverancia, pero ten la seguridad de que estarás haciendo lo correcto.

    Sin embargo, es importante seguir alimentando a tu animal con regularidad, aunque sea con menos frecuencia y en porciones más pequeñas. No es recomendable dejar de alimentarlo por completo, ya que esto puede provocar otros problemas de salud graves. Dar pequeñas cantidades con menos frecuencia suele ser la mejor opción.

Vamos a difundir

la palabra

Ser consciente del problema de la obesidad es el primer paso para solucionarlo. Cuántos más cuidadores conozcan el problema, más éxito tendremos como comunidad en prevenirlo.

La obesidad en los reptiles puede ser un problema común, pero existen soluciones simples.

Concienciar a nuestros compañeros cuidadores ayudará a evitar errores comunes y a mejorar el bienestar de nuestros animales, ayudándonos a todos a convertirnos en cuidadores de reptiles más responsables.

Descubre más sobre la obesidad en los reptiles

  • Diez consejos para prevenir la obesidad de los reptiles | con Dillon Perron de Animales en casa

  • ¿Está tu reptil obeso? | Episodio 3 del podcast RRK (en inglés)

Courtney Comer es una estudiante de tecnología veterinaria en Florida.

Es una apasionada de los reptiles y la orgullosa cuidadora de Udon, una boa de arena de Kenia.

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